Nuestro proyecto siempre se ha sostenido sobre la idea de tener una pareja de jerbos y hacer que procreen. Para ello una cosa muy importante era saber distinguir entre macho y hembra. Nuestra experiencia propia nos ha enseñado que fiarse del vendedor no siempre es la mejor opción.
Al dar la vuelta a nuestro jerbo y mirar en sus zonas pudendas encontraremos dos elementos, uno diferenciador y el otro no. El elemento que NO sirve para diferenciar es un pequeño apéndice rosado, muy parecido al pene. Todos los jerbos machos y hembras poseen este pequeño miembro que da lugar a confusión en muchas ocasiones.
Para diferenciarlo, nos fijaremos en dos elementos: la distancia entre el “pene” y el ano y en los testículos. La distancia entre el pene y el ano es difícil de diferenciar si no tienes para comparar, por lo tanto sólo nos servirá para saber si el vendedor ha respondido a nuestras peticiones o se ha limitado a engañarnos y timarnos. Los testículos sí son diferenciadores, así veremos como el jerbo macho tiene dos protuberancias, en el caso de nuestros jerbos marrones, de color negro. Además cuando están sentados se nota mucho más el bulto debajo de la cola.
Así que recordad, el que lleva calzoncillos cagados es el macho, el otro la hembra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario