Al poco de enterarnos de que teníamos pequeñines, la idea de criar jerbos de distintas características comenzó a tornarse una realidad. Al fin y al cabo todos los jerbos que tenemos, a excepción de Manchitas, son de ese color marrón tan común en los jerbos. ¿Qué posibilidades tenemos de tener jerbos de otro color distinto? Así logramos encontrar distintas páginas en internet sobre información genética en estos curiosos animalitos y las muy pero muy diversas clases de jerbos que ya existen. Si alguno es amigo de las leyes de Mendel sabrá más de esto que yo, pero lo que entendí fue que las características del pelaje y ojos dependen de no más de 8 genes. Además parte de esta información puede conocerse a simple vista viendo la forma y color de nuestra mascota.
¿Dónde está el problema? Debido a la falta de información no podemos completar el código de nuestros jerbos y por ello tenemos una gran incertidumbre sobre qué tipo de jerbos nos es posible tener con el material genético del que disponemos. Pero, mejores o peores, existen soluciones para todo. Aunque no podamos conocer a sus antecesores si podremos tener información de sus crías, con lo cual ahora mismo esperamos ansiosos a que los recién llegados cumplan 10 días y les crezca el pelaje para empezar a hacer suposiciones. Gracias a la velocidad a la que se reproduce esta especie de roedor esperamos a que un par de meses basten para poder tener la información necesaria y así saber si tenemos que salir a buscar nuevas líneas genéticas.
Invito a todos los que disfruten de la compañía de estos animalitos a investigar sobre su línea genética. En internet hay abundante información tanto sobre genética como sobre razas. Sin duda un mundo fascinante al que a nosotros nos gustaría asomarnos.
Sphere.
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